lunes, 22 de junio de 2009

Los pies, uno detrás de otro, como mil, moviéndose son un ejército, una película. El brillo de las estrellas en su pelo blanco plateado (con cuidado de que sus pechos no parezcan algo que se sale- SALE-). Paseando a la luz de la luna, eso está bien. Ella piensa lo suyo y otros piensan lo de ellos. Hay un río a mano izquierda donde se ve su reflejo, hace falta asomarse. El amarillo de las estrellas picoteando el agua, como chispas doradas, luego blancas. Salta fuego del agua y un pez, la boca abierta, respira…

1 comentario:

  1. Me encanta como juegas con las palabras en este relato.

    "ella piensa lo suyo y otros piensan lo de ellos"

    Abrazos

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