George Pebbles tenía un sueño Trabajaba duro Lo soñaba cada noche, Señor Una granja en el este Para él, su mujer y sus hijos
George Pebbles tenía un sueño Construía una casa, Señor Cada tarde al sol colocando las tablas Decía: “Un día, y no tardará, remataré mi obra” Se levantaba antes que el mismo gallo, Señor
George Pebbles ganó su sueño un día catorce Alzó la última tabla y clavó la última tacha Remató el frontis con cien o doscientas clases de flores Esa tarde su mujer aplaudió con ganas Mientras los pequeños se tapaban la boca, admirados
A George Pebbles lo atropelló un tractor el día quince Le pasó por encima, Señor Su mujer y sus hijos viven solos ahora La casa aguanta todavía
Tu blog es muy bello, vengo algunas veces a verte pero no sé por qué no me he atrevido a dejarte un comentario, me parecía como romper la armonía que le da el silencio.
Esta historia me encanta, es entrañable y creíble. Tienes una especial forma de narrar.
Tu blog es muy bello, vengo algunas veces a verte pero no sé por qué no me he atrevido a dejarte un comentario, me parecía como romper la armonía que le da el silencio.
ResponderEliminarEsta historia me encanta, es entrañable y creíble. Tienes una especial forma de narrar.
Gracias por tu blog
Un abrazo
Vengo a pedirte disculpas por mi error de género, seguramente al ver la foto de tu perfil se me quedó grabada la imagen de una chica.
ResponderEliminarYa no me pasará más.
Un abrazo