miércoles, 22 de abril de 2009

Howling winds


…con las ruedas de madera y las marcas en las aceras; algo con la fruta madura restallando en su rama, las patas de los pájaros y entre las patas de los pájaros; algo con hacer algo con los pies, entre los pies, los dedos; algo con las fachadas rojas y los arcos de mármol…

El mendigo está tumbado en el banco y no respira. O respira tan débil.

Hay una cierta clase de gota sin color que ya alcanza la mitad del muro y continúa bajando. De camino al suelo se llena de mierda, se pierde.

…la mujer con la boca enorme y la falda de la mujer con la boca enorme, diamantes en los dedos, las uñas largas; el hablador y los que escuchan; los ojos del hablador, los oídos; las arrugas como trenzas, la sonrisa…

Si vas a pie por tu camino, di lo que hayas visto, hazlo antes de llegar al final. Intenta decir la verdad cada vez. Cualquiera dice la verdad cuando por fin puede quitarse los zapatos y sentarse. Tú dila mucho antes.

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